¿Cuál es el límite de faltas leves para pasar la ITV?
Al someter tu vehículo a la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), es posible que se detecten ciertas deficiencias que se clasifican en diferentes niveles de gravedad: leves, graves y muy graves. Entender cuántas faltas leves puedes tener y aun así pasar la ITV es esencial para garantizar que tu vehículo esté en condiciones adecuadas para circular.

¿Qué se considera una falta leve en la ITV?
Una falta leve en la ITV es una deficiencia detectada durante la inspección que no compromete de manera significativa la seguridad del vehículo ni la de sus ocupantes, pero que debe ser corregida para evitar su deterioro o que se convierta en un problema más grave en el futuro. Algunas de las faltas leves más comunes incluyen:
Desgaste mínimo en los neumáticos: Aunque los neumáticos aún cumplen con la profundidad mínima legal, pueden presentar un desgaste desigual o cerca del límite.
Pequeños defectos en el sistema de iluminación: Como un faro que no está perfectamente alineado, pero que no causa deslumbramiento, o una bombilla que parpadea de manera intermitente.
Desajustes menores en los retrovisores o limpiaparabrisas: Elementos que funcionan, pero no de manera óptima, como un retrovisor que vibra o un limpiaparabrisas que deja pequeñas rayas en el cristal.
Ligeras pérdidas de líquido: Fugas pequeñas de aceite o refrigerante que no suponen un peligro inmediato pero que deben ser atendidas.
Las faltas leves no impiden que el vehículo pase la ITV, pero son advertencias que el propietario debe corregir lo antes posible para asegurar el buen estado del vehículo.
¿Cuántas faltas leves se permiten para pasar la ITV?
La normativa de la ITV permite que un vehículo pase la inspección aunque presente faltas leves, siempre que estas no se acumulen de manera que afecten significativamente al funcionamiento general del vehículo.
En la práctica, no existe un número exacto de faltas leves que provoquen que el vehículo no pase la ITV; lo más importante es que las faltas leves no estén relacionadas con el mismo componente o sistema del vehículo de manera que se sumen a una deficiencia mayor.
➤ No se establece un límite estricto: Técnicamente, un vehículo puede pasar la ITV con varias faltas leves, siempre y cuando ninguna de ellas, de forma individual o en conjunto, ponga en riesgo la seguridad del vehículo o de otros conductores. Las faltas leves son anotadas en el informe de la ITV, y el propietario es responsable de corregirlas, aunque no sean motivo de suspensión de la inspección.
➤ Cuidado con la acumulación de faltas: Si varias faltas leves afectan al mismo sistema del vehículo, como varios problemas en el sistema de iluminación, el inspector podría considerarlas en conjunto como una falta grave, lo que impediría pasar la ITV hasta que se solucionen.
Es recomendable solucionar todas las faltas leves detectadas lo antes posible para evitar que se conviertan en problemas mayores en futuras inspecciones o que afecten la seguridad del vehículo.
Diferencia entre faltas leves, graves y muy graves en la ITV
Durante la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), las deficiencias detectadas en el vehículo se clasifican en tres categorías principales según su gravedad:
- Faltas leves: Son deficiencias menores que no comprometen de manera significativa la seguridad del vehículo ni la de los demás usuarios de la vía. Ejemplos incluyen el desgaste cercano al límite de los neumáticos, una pequeña pérdida de aceite, o un faro mal alineado. Un vehículo con faltas leves puede pasar la ITV, aunque estas se deben corregir lo antes posible.
- Faltas graves: Son deficiencias que afectan directamente a la seguridad vial o que aumentan el riesgo de accidentes. Ejemplos de faltas graves incluyen frenos en mal estado, luces principales que no funcionan, o neumáticos en mal estado. Un vehículo con faltas graves no pasa la ITV y debe reparar estos fallos antes de volver a presentarse a la inspección.
- Faltas muy graves: Son deficiencias que representan un peligro inminente para la seguridad vial o que suponen un riesgo grave de accidente. Ejemplos incluyen la pérdida de control del vehículo debido a problemas en la dirección o frenos completamente inoperativos. Un vehículo con faltas muy graves no puede circular hasta que se solucionen, y podría ser inmovilizado en el momento de la inspección.
Consecuencias de acumular múltiples faltas leves en la ITV
Aunque las faltas leves no impiden que el vehículo pase la ITV, acumular varias faltas leves puede tener consecuencias negativas, tanto en la inspección actual como en el mantenimiento a largo plazo del vehículo:
- Riesgo de conversión en faltas graves: Varias faltas leves relacionadas con el mismo sistema del vehículo (por ejemplo, problemas en diferentes luces) pueden ser consideradas conjuntamente como una falta grave, lo que impediría que el vehículo pase la ITV.
- Incremento del riesgo de accidentes: Aunque las faltas leves no son peligrosas por sí mismas, su acumulación puede indicar un deterioro general del vehículo, lo que podría aumentar el riesgo de sufrir averías o accidentes.
- Revisión más estricta en futuras ITV: Si un vehículo pasa la ITV con múltiples faltas leves, es probable que en futuras inspecciones los inspectores presten más atención a esos puntos, lo que podría llevar a una revisión más rigurosa.
- Costes acumulativos: No corregir las faltas leves a tiempo puede llevar a reparaciones más costosas en el futuro, ya que lo que inicialmente es un problema menor puede convertirse en una avería mayor.
Consejos para reducir las faltas leves antes de la inspección
Preparar tu vehículo adecuadamente antes de la ITV puede ayudar a reducir el número de faltas leves y asegurar que el vehículo pase la inspección sin problemas:
- Realiza una revisión previa: Antes de la ITV, lleva tu coche a un taller para una revisión completa. Un mecánico puede detectar y corregir pequeñas deficiencias que podrían convertirse en faltas leves durante la inspección.
- Verifica las luces y señales: Asegúrate de que todas las luces del vehículo funcionan correctamente, incluyendo faros, intermitentes, luces de freno y luces de matrícula. Reemplaza cualquier bombilla defectuosa y verifica que los faros estén bien alineados.
- Revisa los neumáticos: Comprueba la presión de los neumáticos y asegúrate de que la profundidad del dibujo cumple con los requisitos legales. Si los neumáticos muestran desgaste desigual, podría ser necesario alinearlos o reemplazarlos.
- Mantén los líquidos en niveles adecuados: Verifica que los niveles de aceite, líquido de frenos, refrigerante y otros fluidos esenciales estén dentro de los rangos recomendados. Un nivel bajo de estos líquidos podría ser motivo de una falta leve.
- Revisa los frenos: Asegúrate de que los frenos están en buen estado, incluyendo las pastillas y discos. Un sistema de frenado eficiente es crucial para la seguridad y para evitar faltas graves o muy graves.
- Limpia tu vehículo: Aunque no afecta directamente al resultado de la ITV, presentar un vehículo limpio y ordenado puede facilitar la inspección. Asegúrate de que las matrículas estén legibles y de que no haya suciedad que pueda ocultar posibles defectos.
Siguiendo estos consejos, puedes reducir la posibilidad de acumular faltas leves en la ITV, asegurando que tu vehículo esté en las mejores condiciones posibles para pasar la inspección sin complicaciones.
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